lunes, 25 de mayo de 2009

MI CONFRONTACION CON LA DOCENCIA

Aún recuerdo mi primer día de clases un día del mes de noviembre de 1995, no podré olvidar los nervios que sentía, 35 pares de ojos mirándome, el tiempo se me fue muy rápido, porque no sabía ni como administrarlo, desde el primer día sabes si te va gustar o lo vas a odiar. Solo el tiempo y las ganas de ser mejor nos darán el titulo de profesor.
Que difícil es reconocer nuestras limitaciones en enseñanza, manejo de grupos, que fácil sería preguntarle a los compañeros con más experiencia lo que hacen para impartir una buena clase, pero la soberbia hace que nos demos muchos golpes que bien nos hubiéramos podido evitar con solo preguntar.

Lo difícil es saber quien nos enseña a ser maestros de humanidad, enseñamos como nos “enseñaron en la universidad” pretendemos ser fríos y sentimos que entre más alumnos reprobemos mejores somos, solo el tiempo y las ganas de mejorar nos quitan esa venda. Cada uno de nosotros debe trabajar o ha trabajado para formarse una identidad propia. Debemos motivar a nuestros alumnos, hacerles ver que lo que van a aprender va serles útil. Repito los años nos dan madurez para aceptar nuestros errores y aceptar la capacitación que nos ofrecen para bien nuestro y de los jóvenes alumnos.

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